Las Reservas Naturales en Francia

Creación:

La declaración de una Reserva Natural francesa es emitida por decreto ministerial o decidida en Consejo de Estado (las reservas nacionales) o después de deliberación del Consejo Regional (las reservas regionales) después de un proceso con encuesta pública y consultas a todas las colectividades locales concernidas. Cualquier modificación del perímetro de la reserva o de su reglamentación está sujeta a consulta y al acuerdo de los propietarios y colectividades correspondientes.

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Organo de gestión:

Las Reservas Naturales pueden estar gestionadas por establecimientos públicos o grupos de interés público, o a sindicatos mixtos, asociaciones-ley 1901, o fundaciones dedicadas a la protección del patrimonio natural pero también por propietarios de terrenos clasificados, colectividades territoriales o grupos de colectividades.

En cada reserva se creará un comité consultivo compuesto por representantes nombrados para 5 años:

- representantes de las administraciones civiles y militares y establecimientos públicos del Estado,

- representantes electos de las colectividades territoriales o de sus agrupaciones,

- representantes de los propietarios y de los usuarios, 

- personalidades científicas y representantes de asociaciones acreditadas.

El Comité estará presidido por el prefecto y formulará su opinión sobre el funcionamiento de la reserva, su gestión, y sobre las condiciones de aplicación de las medidas previstas en la decisión de clasificación. Un organismo de aplicación aportará su respaldo a la puesta en parcha de estas medidas.

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Todas las Reservas naturales están reunidas en red y forman las Réserves naturelles de France, Reservas naturales de Francia, que tienen como objeto:

- asumir la animación, la puesta en red y la coordinación técnica de las reservas naturales en metrópoli y en ultramar,

- asumir la representación de las reservas ante los poderes públicos. 

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Gobernanza y instrumentos de planificación:

La reglamentación de cualquier reserva natural es definida por el acta de clasificación como reserva, declarado por Decreto de Estado o del Consejo Regional. El comité consultivo asume un seguimiento y una evaluación de la gestión mientras que el organismo de aplicación elabora y pone en práctica el plan de gestión, se encarga de la acogida y de la información al público, del seguimiento de la evolución del medio natural y, de manera general, de toda acción útil para la vida de la reserva natural.

Además, se podrán elaborar planes y programas de actuaciones específicas según las necesidades propias del espacio y conformes con las misiones de su política de gestión: plan del uso público, plan especial de protección, programa de desarrollo sostenible, plan de protección / conservación / restauración, etc.

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Objetivos principales:

La decisión de clasificación de una Reserva Natural Nacional será acordada con el fin de garantizar la conservación de elementos del medio natural de interés nacional o la aplicación de una reglamentación comunitaria o de una obligación derivada de un convenio internacional.

Según el artículo L 332-1, sección II, del Código de Medio Ambiente, cualquier reserva natural tiene como objetivos los siguientes puntos:

• la preservación de especies animales o vegetales y de hábitats en vías de extinción en todo o parte del territorio nacional o que posean cualidades de particular interés,

• la repoblación de especies animales o vegetales o de sus hábitats

• la conservación de jardines botánicos y arboretos que constituyan reservas de especies vegetales en vía de desaparición, raras o de particular interés

• la preservación de biotopos y de formaciones geológicas, geomorfológicas o espeleológicas que posean un notable interés,

• la preservación o la creación de refugios en las grandes vías de migración de la fauna salvaje,

• los estudios científicos o técnicos indispensables para el desarrollo de los conocimientos humanos,

• la preservación de los espacios naturales que presenten un particular interés para el estudio de la evolución de la vida y de las primeras actividades humanas.

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En la medida en que las actividades tradicionales fuesen compatibles con esos objetivos, su mantenimiento presenta cierto interés, tenido en cuenta en el acta de clasificación como Reserva. Sin embargo, las intervenciones humanas están limitadas en esta figura de protección y cualquier explotación (extracción, mina, caza, actividades agrícolas o forestales, etc.) será estrictamente reglamentada, incluso prohibida (en las reservas naturales nacionales).

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